Muchas veces compartimos experiencias de la vida diaria con la sóla motivación en el engañoso corazón de presentarnos como buenas personas, buenos cristianos, etc.
Sin embargo cuando tu estás esperando un parquéo y viene un desaprensivo y se mete, sabiendo que tu estás esperando, se requiere algo más que ser un buen cristiano para no reaccionar de mala manera, defendiendo tu derecho.