La plataforma de WhatsApp es de todos los foros sociales el más invasivo, irreverente e indeseable de todos. Es una excelente plataforma para la comunicación personal entre seres queridos, familiares y amigos y hasta para relación de negocios, tanto en llamadas de audio, escritos y envío de documentos importantes.
Al dejarnos arrastrar de los credores de esta aplicación para seguir compartiendo los mensajes virales que ya nos han invadido desde los tiempos de los correos electrónicos de AOL, MSN, Yahoo y otros y sus salas de conversación, sin querer nos vamos convirtiendo en invasores de la privacidad de nuestros relacionados y amigos.
A diferencia de las demás plataformas sociales, la de WhatsApp es la más indeseable porque para comunicarnos se utiliza nuestro número de teléfono celular, que es lo más privado que nos ha quedado en este mundo donde ya no hay privacidad. Los mensajes enviados através de los grupos nos llenan la memoria del celular, nos interrumpen nuestros momentos de meditación, nos hostigan con mensajes que ya hemos recibido repetidas veces y no importa que se especifique cuando abrimos un grupo, que será para comunicar un asunto específico, siempre vamos a terminar recibiendo lo que no queremos recibir.
Lo más indeseable de esta aplicación de WhatsApp es que no tenemos opción de ver o no ver, oir o no oir, leer o no leer porque los mensajes no son colocados en una pared donde el usuario elige si entra o no entra, estos van enviado directo a nuestro celular y no importa que usted solicite que no le envíen mensajes, le van a seguir llegando.
No nos podemos salir del grupo inadvertidamente porque la aplicación registra a todo el que se sale y nos hace ver como indeseables.
