Por eso, la sensualidad poco a poco se vuelve su anunciante, y sus vestimentas ceñidas al cuerpo, se vuelve el pan nuestro de cada día...
Cuando esto pasa, ya la Mujer se volvió ciega, que pretende guiar a otras ciegas....
La gracia no es religión, ni licencia para pecar, es el más alto grado de entendimiento de lo que es la santificación....
No liguemos las cosas, la Biblia sigue siendo muy clara con temas como estos... los que pierden la claridad son los que dejaron de obedecer a Dios, para obedecer sus escondidos deseos de llamar la atención!!!
Mujeres que, con sus rostros envían la señal de una leona herida, y con sus vestimentas más ceñidas que la cera que se derrite, deben con humildad revisarse y volver al camino de la senda antigua..... SEA QUIEN SEA!
Cuanta confusión para la juventud que está viendo semejantes ejemplos.
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