Wednesday, October 12, 2016

Haití, un país del mundo consagrado al demonio.

Haití, un país del mundo consagrado al demonio.

LA CONSAGRACIÓN DE HAITÍ AL DIABLO

Los primitiva población negra traída como esclavos desde África, sufrió toda clase de avatares propia de una acción deleznable e inhumana, me refiero a la esclavitud, esclavitud que fue propiciando un gran sufrimiento a este colectivo racial; abrumados ante la desesperanza y el dolor, deseando ser libres de sus opresores los amos blancos, de ver libre a su pueblo e independizarse como una nación libre y autónoma, recurrieron al pacto con Satanás, utilizando para ello los conocimientos ocultistas de la religión Vudú:

Corría el año del Señor de 1791, un 20 de agosto, cuando el poderoso sacerdote vudú (bokor), Boukman encabezó un alzamiento general para poner fin a la esclavitud de su pueblo en una ceremonia vudú en la población de Bois-Cayman, era esta una ceremonia “de pacto” con el Demonio, donde en nombre de todo el pueblo haitiano, consagraba su país Haití y sus moradores al Diablo con un pacto de compromiso por 200 años (consagración temporal) ofreciéndole adoración, a cambio pedían la liberación de los lazos opresores de sus amos los blancos franceses. Habría una señal que daría comienzo a la revolución, sería el fuego prendido a centenares de plantaciones de caña de azúcar y de molinos. Se iniciaba así un proceso revolucionario, cuyo principal líder fue Toussaint Louverture, esclavo negro que detuvo las masacres e hizo pactos entre negros y blancos, pero posteriormente fue capturado y deportado a Francia donde murió en 1803. El brujo o bokor Boukman, falleció en circunstancias extrañas el mismo año de 1791. Según cuentan la firma de la delcaración de la independencia de Haití fue firmada sobre papel hecho de la piel de sus amos masacrados y sacrificados.

RENOVACIÓN DE LA CONSAGRACIÓN A SATANÁS, HECHA HACE 206 AÑOS

Transcurridos los 200 años concedidos por el Demonio al sacerdote bokor Baukman y sus seguidores revolucionarios, en el “pacto de sangre” donde el Ángel caído prometió su pronta liberación e independencia de las cadenas opresoras de los franceses, era de suma importancia para los sacerdotes del vudú, volver a consagrar al país a Satanás, tal y como lo hicieron sus predecesores en 1803.

Fue el 14 de agosto de 2004, cuando miles de cristianos en el mundo entero se unieron en oración para reparar y desagraviar a Dios Nuestro Señor, a la vez que tratar de contrarrestar en el día nacional de la oración, la pronta ceremonia de pacto vudú que se iba a realizar bajo el respaldo del presidente Jean Bertrand Aristide. Este día los sacerdotes brujos vudú, guiarían a Haití a una re-consagración del pacto de sangre hecho con el demonio hacía 206 años atrás.

Jean Bertrand Aristide, hizo todo lo que pudo en cuanto a su ámbito de autoridad máxima del país, para sostener dicho pacto satánico; pues ya en abril de 2003, emitió una ley en la que se reconocía el vudú, como la religión oficial de Haití. Además pagó e hizo viajar a 400 practicantes de dicha religión desde el África occidental hasta la isla.

Esta noticia, que los grandes periódicos y cadenas de TV o de radio no difundieron, se ha conocido porque hubo cristianos que fueron enviados como espías al lugar donde se iba a celebrar el nuevo pacto de sangre por los brujos vudú en el mismo sitio del PACTO ORIGINAL de 1803, donde se intercambió el alma de Haití por la victoria sobre los franceses. Los espías reportaron que se habían traído multitud de animales (cerdos, cabritos y pollos) para hacer los sacrificios, pero (y esto se atribuye a la fuerza de la oración) de pronto surgió mucha confusión, discutían las personas y al final la gente se desbandó sin que se realizara el sacrificio sangriento. No obstante el fracaso anterior, no fue óbice para que se renovara este pacto satánico el 1º de enero de 2005, día nacional de la Independencia de Haití, y ¡¡ también por otros 200 años!!

Un dato curioso que no dejamos escapar del tintero: una de las zonas más devastadas por el terremoto ha sido el suburbio en Puerto Príncipe llamado “Carrefour”, que nadie piense que se trata de un barrio edificado con las ayudas de la gran cadena internacional francesa de supermercados, ojalá fuera así. Carrefour es el nombre de un demonio del vudú, se le considera el señor del inframundo, del lugar inferior de los muertos, la representación de la sombra y las tinieblas. Por cierto, el logotipo de los almacenes Carrefour, dicen algunos entendidos en misterios esotéricos que guarda curiosa analogía cuando se le representa girado 90º, con otro correspondiente a una sociedad secreta francesa, (El Priorato de Sión, secta aludida en la Obra masónica “El Código Da Vincci”).

Fuente: www.taringa.net

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