Friday, October 13, 2017

QUE HICISTE DEL AMOR QUE ME JURASTE?


¿Y que hicistes del amor que me jurastes? ¿ Y qué has hecho de los besos que te dí? son las letras de una vieja canción que evocan el dolor producido por la separación de dos que antes se quisieron.

Esta  interrogante nos hacemos cuando se produce la rotura de vínculos amorosos, amistosos, de negocios y hasta de hermanos en la Fe que antes parecían inseparable y hoy actúan como si nunca se hubiesen conocido o lo que es peor, no se pueden ni ver.

Cuando vemos relaciones que dieron inicio como en los cuentos de hadas, con estrellitas y duendes, promesas de amarse sin medidas hasta la muerte, dibujando castillos en la arena con un  príncipe azul y su princesa
Relaciones donde el cuidado del uno por el otro eran la base fundamental y no parecía haber situación adversa que no se pudiera sobrepasar.

Cuando nos toca ver relaciones rotas donde se invierten los sentimientos, el amor se convierte en odio, las conversaciones se tornan en discusiones y griterías, los duendes se convierten en monstruos, las princesas en brujas, solo nos toca decir  y qué habrá pasado?. Tan bien que se llevaban.

Sólo hay una explicación y esta se encuentra en Las Sagradas Escrituras. Cualquier otro razonamiento sólo consigue complicar más el asunto y envolverse en un caso que a uno no le pertenece.

Una de estas situaciones las encontramos en la Biblia en la historia de Saul y David. El rey amó a David al punto que lo hizo su paje de arma y le dio todos los privilegios del oficio, hasta que la envidia, el celo, el resentimiento, abrió una brecha en el corazón del rey Saul y todo aquel amor se convirtió en un odio a muerte. (1 Samuel 18:8)


El resto de esta historia está lleno de esta actitud incomprensible, un odio sin justificación, David ponía su vida por salvar la del rey y el rey aprovechaba cualquier oportunidad para tratar de matarlo, después de amarlo.

El versículo 10 del capitulo que narra esta historia nos da una panorámica de cómo da inicio el deterioro de la relación  "Aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl"

AL otro día de haberle dado Saul legalidad a Satanás comienza esta conducta inexplicable y aunque tuvo la oportunidad de vindicarse ( 1 Samuel 19: 4) estaba tan atado que sus ataduras le cegaron el entendimiento..

Repasando esta historia se hace muy fácil entender por qué una persona arremete contra otra que solo le ha hecho bien.

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