QUIEN ES EL ANTICRISTO Y CUANTO FALTA PARA SU MANIFESTACION?

Siempre ha habido gente queriendo ponerle rostro al gobernante mundial profetizado en el Apocalipsis y que es denomindado como El Anticristo. Este Anticristo (con A mayúscula), no tiene nada que ver con el espíritu de anticristo (con a minúscula) del que habla el apóstol Juan en su primera carta capitulo 4:3 que dice: "y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo"

Ese espiritu de anticristo se aplica a todo ser humano que está en contra de Cristo. Desde su nacimiento ha sido manifestado este espiritu, primero en la persona de Herodes cuando intentó matarlo y hasta su cruxifición, luego através de los principales sacerdotes, escribas y fariseos estuvieron bajo este espíritu intentando matar a los cristianos.

El Anticristo del que habla Daniel 9:27 es el gobernante de caracter mundial, del que ya se está hablando, el que se percibe como la solución a los grandes conflictos entre las naciones.

Son muchas las especulaciones que han girado en torno a este Anticristo, y hasta se ha llegado a decir que algun lider mundial de la era podría ser.

Tratar de ponerle rostro a ese gobernante mundial denominado Anticristo atenta contra lo establecido en la Palabra de Dios, pues si bien es cierto que en el Apocalipsis se dan definiciones de sus características, no se hace un señalamiento específico de: quién será ni de dónde vendrá.

Todos aquellos que en algún momento de su carrera politica o religiosa han sido señalados como el posible Anticristo y que el tiempo se ha encargado de descalificarlo como candidato, han dejado, sin duda alguna algo de los elementos necesarios para construír el camino que lleva a este mundo hacia ese gobierno. Todos los que han sido señalado han insidido y han tenido su participación en la preparación del camino.

Ese Anticristo solo lo detiene la presencia de la iglesia redimida aquí en la tierra. Una vez levantada la iglesia, se manifestará. (1 Tes 2:7)